Books like Dangerous Laughter

Steven Millhauser, nacido en Nueva York en 1943, ganador del Premio Pulitzer por ‘Martin Dressler’, es un escritor esquivo, al estilo de Salinger y Pynchon, un escritor que huye de las entrevistas y al que no le gusta ser fotografiado. Hace unos años, saltó a la fama cuando se adaptó un cuento suyo, ‘Eisenheim el ilusionista’, dando lugar a la más que aceptable película ‘El ilusionista’.Millhauser es un escritor dado a incluir elementos fantásticos en sus historias, algo que puede echar atrás a más de un lector afecto del realismo más puro. Considero que sería una lástima perderse la lectura de estos relatos por tal nimiedad. Borges, del que Millhauser bebe en algunos de sus relatos, no tenía reparos en utilizar lo fantástico a la hora de escribir, y no creo que nadie dude de su calidad. Pero vayamos con la extraordinaria ‘Risas peligrosas’, donde Millhauser nos muestra una mirada a la adolescencia y la soledad de sus protagonistas, a la invención de extraños aparatos y de personajes memorables, o a la memoria de la historia con elementos apócrifos. Lo que hace de Millhauser un gran escritor es su capacidad para sugerir situaciones extrañas y perturbadoras, que provocan en el lector una sensación desconcertante. Y es que Millhauser es sinónimo de imaginación. Distorsiona la historia a su conveniencia, sin que falte el ingenio, la inteligencia y la sensibilidad a la hora de escribir, haciendo uso de una prosa precisa y más que notable. Partiendo de hechos sencillos, va construyendo sus historias a base de ir añadiendo detalles y más detalles a la trama, sin dejar de asombrarnos.Los cuentos incluidos en ‘Risas peligrosas’ están englobados en cuatro secciones:DIBUJOS DE APERTURAEl ratón y el gato. Serie de viñetas noveladas de las persecuciones de un gato a un ratón (y viceversa), al estilo Tom & Jerry. Muy bien escrito, sorprenderá a quien no conozca de estos dos tunantes.ACTOS DE DESAPARICIÓNLa desaparición de Elaine Coleman. Elaine ha desaparecido de su apartamento, de repente. Nadie la recuerda muy bien, apenas algunos esbozos. Es como si no hubiese dejado ninguna huella en la memoria de las personas. El protagonista intentará buscar la razón a este hecho.La habitación de la buhardilla. Un chico hace amistad con un compañero de clase, el cuál le llevará a su casa, lugar donde se oculta un secreto. Perturbador, impresionante.Risas peligrosas. Un grupo de adolescentes, en los años cincuenta, aburridos de hacer siempre lo mismo, empieza a practicar un juego que parece una leyenda urbana, consistente en juntarse para provocarse ataques de risa hasta llegar al extremo. Lo que parece un mero pasatiempo, puede convertirse en una obsesión.Historia de un trastorno. Un hombre deja de hablar al darse cuenta de que las palabras ya no significan nada para él, que la palabra asociada a un objeto dado ha dejado de tener sentido para él. Millhauser describe a la perfección la extraña sensación, que todo el mundo ha tenido alguna vez, de darle vueltas a una palabra en la boca porque de repente nos parece irreal.ARQUITECTURAS IMPOSIBLESLa cúpula. Poco a poco, va extendiéndose entre la población el cubrir sus casas con una cúpula transparente.En el reino de Harad IV. Historia del miniaturista más grande que jamás ha existido, y su obsesión por alcanzar la perfección.La otra ciudad. Historia sobre una ciudad que tiene un duplicado de todo lo que contiene, reflejo perfecto de ella misma, y donde sus habitantes visitan como si de un museo se tratase.La Torre. Como si de la Torre de Babel se tratase, la historia nos narra la construcción de una torre que llega hasta el cielo, y donde es posible vivir toda una vida antes de llegar al final de su ascensión, de tal manera que hay gente que se queda a vivir en sus diferentes niveles.HISTORIAS HERÉTICASAquí en la Sociedad Histórica. Historia donde se nos narra el afán de una sociedad de archiveros obsesionados por el pasado, desde el más remoto hasta el que acaba de pasar hace un momento.Un cambio de moda. Ha surgido una nueva moda femenina: cubrirse completamente con sus vestidos. Donde antes se enseñaba, ahora no se ve nada de piel.Un precursor del cine. A finales del siglo XIX, parece ser que existió un pintor cuyos cuadros poseían la extraña cualidad del movimiento. Impresionante relato.Un mago de West Orange. Un grupo de genios está trabajando en la invención de un extraño aparato, el haptógrafo, capaz de reproducir el tacto. De nuevo genial.Sin duda alguna, Steven Millhauser es un ilusionista.\ En un sentido oscuro, tenía la sensación de que mi secreta afición a la lectura era una forma de abrirme paso cavando hacia ese lugar subterráneo donde me aguardaba una versión mejor o más auténtica de mí mismo.\